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Los residuos orgánicos como materiales de construcción del futuro, según el informe de Arup

Fiona Fitzgerald Fiona Fitzgerald Former UKIMEA Press Office,London
11 octubre 2017

Las ciudades podrían hacer frente al problema global de volumen de desechos y a la escasez de recursos mediante el uso de residuos orgánicos, tales como plátanos, patatas y maíz, afirma Arup.

A nivel mundial, la industria de la construcción es uno de los mayores usuarios de materias primas. Por ejemplo, en Reino Unido representa el 60 por ciento de todas las materias primas consumidas. La recogida de residuos orgánicos de las ciudades y el campo podría proporcionar a la industria materiales de construcción como ladrillos, paneles para tabiques o materiales aislantes más económicos y de bajo contenido en CO2. El informe prevé un sistema completamente circular, con residuos de construcción devueltos al ciclo biológico al final de su vida útil con los nutrientes devueltos al suelo.

El potencial para la bioeconomía es enorme, con más de 40 millones de toneladas de residuos orgánicos secos procedentes de la agricultura producida en Europa sólo en 2014, y creciendo año tras año. Un kilo de residuos incinerados para la recuperación de energía tiene un valor aproximado de 0,85 euros, pero el mismo material utilizado para el revestimiento interior podría venderse por hasta seis euros por kilogramo.

El informe también apunta los avances en desarrollo de materiales orgánicos alternativos incluyendo ladrillos fabricados con micelio de hongos cultivados en cinco días y restos de patatas usados como aislantes además de como absorbentes acústicos. Arup participó en el desarrollo del SolarLeaf, el primer sistema de fachadas en el mundo que cultiva micro algas que genera calor y biomasa así como BioBuild, el primer panel de fachadas autosuficiente fabricado a base de materiales biocompuestos.

Los procesos innovadores de fabricación son un importante habilitador, con cada vez más extendidos biopolímeros impresos en 3D. Entre los productos de materia orgánica que están siendo producidos, el informe destaca:

Muro con ladrillos de hongos Muro con ladrillos de hongos

  • Cacahuetes: se están usando las cáscaras para producir materiales de bajo coste como paneles de partículas resistentes a la humedad y de combustión lenta.

  • Arroz: la ceniza de cáscara de arroz puede mezclarse con cemento para reducir la demanda de relleno. El arroz también puede emplearse como materia prima para la producción de paneles.

  • Plátanos: se están aprovechando los frutos y hojas para fabricar textiles resistentes. Los plátanos contienen fibra de alta resistencia y cuentan con una absorción acústica óptima y duradera.

  • Patatas: la piel de las patatas se puede lavar, prensar y secar para crear material resistente al fuego, aislante hidrófugo y absorbente acústico.

Como uno de los mayores consumidores de recursos necesitamos alejarnos de la mentalidad “coger, usar, tirar”. Ya existen focos de actividad, con algunos productores fabricando productos bajos en CO2 a partir de materiales orgánicos. Lo que necesitamos ahora es que la industria se reúna para intentar ampliar esta actividad incorporándola a la corriente dominante. El primer paso a tener en cuenta es trabajar con los gobiernos replanteando los códigos de construcción y regulaciones para que los residuos sean vistos como recursos, brindando así la oportunidad de reutilizarlos a escala industrial. ” Guglielmo Carra Guglielmo Carra Former Europe Materials Consulting Leader

El informe Growing, Making and Regenerating se puede descargar aquí.

Arup trabaja en oportunidades para incorporar los principios de economía circular en el entorno construido junto a la Fundación Ellen McArthur como socio estratégico. En 2016 Arup instaló un edificio diseñado y construido con componentes totalmente reutilizables para demostrar cómo el planteamiento de la economía circular puede aplicarse al entorno construido.