Copenhague es una de las zonas más densamente pobladas de Dinamarca. El nuevo metro de la línea City Circle (Cityringen), amplía el sistema existente y es una parte clave en su empeño para convertirse en una ciudad neutra en emisiones de carbono en 2025. . Metroselskabet, la autoridad de tránsito de Copenhague, contrató a Arup, en colaboración con COWI y Systra, para actuar como asesor técnico multidisciplinar en este ambicioso proyecto de construcción y diseño del metro, el mayor proyecto de la ciudad en más de 400 años.
La nueva línea pretende animar a un mayor número de residentes a abandonar los coches y a utilizar una red de transporte masivo más respetuosa con el medio ambiente. Ahora que se han completado más de 16 kilómetros de túneles de doble calibre y 17 nuevas estaciones, Cityringen garantiza que la mayoría de los residentes de Copenhague se encuentren a menos de 600 metros de una estación de tren o metro.
Arup lideró el diseño arquitectónico, adoptando unos valores centrados en el usuario en cada paso del camino. El minimalismo intuitivo, inspirado en la tradición del diseño escandinavo, ha dado lugar a estaciones amplias y llenas de luz con fachadas internas y materiales distintivos que hacen eco del espíritu local de las zonas a las que se conectan.
Resumen del proyecto
17 nuevas estaciones
16 kmde túnel de doble perforación
En 2007contrataron el diseño a Arup
Diseñado como un kit
Arup dirigió el trabajo arquitectónico a través de las 17 estaciones, acercándose a cada estación como un gigantesco 'kit de piezas'. Esto condujo a un sistema de diseño y construcción muy rentable y racional, uno que sigue contando con elementos individuales, al crear recorridos sin interrupciones desde la calle hasta el andén.


Cada estación tiene una identidad única, acompañada de una orientación intuitiva que hace que el metro sea fácil de transitar, incluso para los niños. Los esculturales paneles de las paredes y el revestimiento actúan como fachadas internas para facilitar la navegación de los pasajeros y reforzar la identidad única de cada parada. En homenaje a las zonas en las que prestan servicio, las estaciones presentan colores y materiales que evocan al barrio en la superficie, como el uso de hermosos paneles de piedra caliza de color arena incrustada en Marmorkirken, o la aplicación de un llamativo revestimiento rojo para identificar las estaciones de transbordo.
© Rasmus Hjortshøj
Luz y propósito
Nuestra visión era que cada elemento debe dar lo máximo de sí. Más allá de su uso funcional como rejilla de ventilación, las claraboyas asimétricas y escultorales permiten que la luz natural inunde las estaciones, revelando el diseñominimalista y proporcionando un elemento de emoción visual a los habitantes de la ciudad. El dieño de la iluminación, con un enfoque similar de doble uso, está completamente integrado con la arquitectura y utiliza la característica de “techos origami” como reflectores, complementados con una iluminación LED hecha medida para evitar el deslumbramiento.


Diseño compacto e inteligente
Los trenes sin conductor del metro de Copenhague permitieron a nuestro equipo de ingenieros, diseñadores y consultores de transporte diseñar plataformas más pequeñas, ayudando a reducir la huella total de las estaciones subterráneas y minimizando la necesidad de demoliciones y obras en toda la ciudad. Diseñadas como estructuras de corte y recubrimiento con una superficie aproximada de menos de 64 m x 20 m, las estaciones se situaron bajo los parques y plazas existentes siempre que fue posible para minimizar el impacto en el tráfico, los servicios públicos y las propiedades privadas.
Otras estrategias de diseño de doble propósito ayudaron a reducir el impacto general en la estación. Diseñamos las claraboyas para ventilar la estación en caso de incendio, lo que reduce la dependencia de los sistemas mecánicos de ventilación de humo y la necesidad de más salas de equipos en la estación. Nuestro trabajo sobre la estrategia de seguridad ante incendio y la ventilación de túneles durante la fase de diseño conceptual ayudóa reducir el número total de conductos de evacuación intermedios en aproximadamente un 30%, reduciendo significativamente el impacto visual y físico en la ciudad.
Un ciudadano ejemplar
Una gran ampliación del metro supone un trastorno a largo plazo en cualquier ciudad, pero nuestra cuidadosa gestión del programa garantizó que los comercianes, residentes y turistas pudieran vivir sus vidas diarias sin verse afectados durante 8 años de construcción. La ingeniería geotécnica y de construcción de túneles requerida también se planificó con gran detalle, cuidadosamente supervisada a través de una extensa red de puntos de control.
La incorporación de 17 estaciones en una ciudad histórica también fue una delicada tarea de diseño. En Marmorkirken, la estación fue diseñada para ser colocada a 40 metros bajo tierra, para trabajar cuidadosamente alrededor de los cimientos de la iglesia de mármol del siglo XIX. En Gammel Strand, la estación fue construida parcialmente bajo el canal Slotsholmen, mientras que el canal se mantuvo abierto para barcos turísticos, pasando por un túnel bajo la obra.
Creemos que Cityringen es un gran ejemplo de diseño ferroviario elegante e intuitivo, basado en escuchar las necesidades de los ciudadanos de Copenhague, y en aprovechar los puntos fuertes existentes en la ciudad. Demuestra que la arquitectura de los sistemas ferroviarios puede contribuir en gran medida a la identidad de una ciudad, con un diseño que se puede mantener de manera rentable, en el futuro.