El juego es esencial para el bienestar y la felicidad de los niños, así como para su sano crecimiento físico y emocional. El entorno construido es un recurso fundamental para el juego y el aprendizaje de los niños. El paisaje urbano invita y alimenta la curiosidad innata de los niños durante el juego, al tiempo que proporciona las interacciones necesarias para que practiquen las habilidades relacionales que permiten que la sociedad y nuestras comunidades sean flexibles, sostenibles y prósperas.
Sin embargo, hasta la fecha ha habido pocas referencias sobre cómo diseñar barrios que fomenten el juego más allá de los parques infantiles y que tengan en cuenta todos los entornos en los que los niños pasan su tiempo, incluidos los espacios públicos. El Playful Cities Toolkit, desarrollado por Arup y la Fundación LEGO en colaboración con la Coalición Real Play, ofrece una serie de recursos para comprender la complejidad del juego en las ciudades, orientar el diseño de las intervenciones basadas en el mismo y medir su impacto. Al combinar el ocio y la creación de espacios, su aplicación optimiza las posibilidades de que los niños participen en actividades lúdicas en su vida.
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