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Este edificio construido a mediados de los años 70 y diseñado para albergar oficinas, locales comerciales y aparcamiento, llegó a ser la sede del Banco de Londres y América del Sur en Madrid. Gracias a su rehabilitación integral, cuarenta años después, seguirá manteniendo el destino para el que fue construido en su momento, con las prestaciones de un edificio de última generación.
El inmueble se encuentra situado en la calle de Serrano, la más exclusiva y prestigiosa de la capital. De los 6.300m2 de los que dispone el edificio, el 70% están destinados a oficinas, mientras que el otro 30 se reserva para uso comercial.
La envolvente de vidrio añade un toque moderno de elegancia en esta tradicional calle. En planta baja la fachada se resuelve con un cerramiento de vidrio estructural de 15 metros de largo y 9 de altura libre, siendo el mayor escaparate de toda la calle.
Resumen del proyecto
1970's construcción
6.300m2de superficie
32mde altura
Arup tuvo un papel esencial en la fase de diseño, colaborando estrechamente tanto con el arquitecto, como con el promotor. De esta manera, se consiguió la prevalencia del concepto arquitectónico de la fachada y los requisitos de la propiedad sobre las preexistencias que imponía la estructura existente.
Durante la fase de obra, el trabajo de la firma permitió el control de las soluciones proyectadas, tanto en producción como en ejecución, así como solventar eficazmente los imprevistos de toda rehabilitación de edificios.
Envolvente de vidrio: una icónica segunda piel protectora
En las plantas de oficinas el muro cortina vuela en todo el perímetro, generando la sensación de la existencia de una doble piel. La fachada se resuelve con un muro cortina formado por vidrios de gran formato, que repiten en fachada la posición de los elementos estructurales.
La envolvente aúna arquitectura moderna y de calidad con el tradicional paisaje de esta calle, dinamizando la experiencia de los transeúntes y usuarios.
Diseño de fachadas: centrados en la experiencia del usuario
El objetivo de Arup ha sido aportar al usuario la mejor experiencia posible de su entorno de trabajo mediante grandes huecos en la fachada que potencian el contacto con el exterior, generando un diálogo entre el cliente y el espacio urbano como parte del edificio.
Para ello, Arup ha empleado las composiciones de vidrio más adecuadas y capas de altas prestaciones combinadas con tratamientos superficiales, consiguiendo espacios que disponen de iluminación natural y vistas a la calle Serrano. En este sentido, además de la privacidad adecuada, se ha proporcionado al mismo tiempo confort lumínico, térmico y acústico.
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